sábado, 26 de junio de 2010

La Ética como recurso didáctico del discente

“LA ÉTICA COMO RECURSO DIDÁCTICO DEL DISCENTE”
“Ethics as a didactic resource of the student or learner”

Nelly J Santana N
Universidad del Sur Plantel Cancún

Resumen

Se propone la participación del discente en la elaboración de libros de texto para su propia formación cívica y ética y el desarrollo de la personalidad, con la intención de aportar una respuesta a la crisis moral actual. Esta propuesta parte del discente, desde una mirada comprometida, harta de imposiciones, de políticas educativas erróneas, de sentimientos de inseguridad, pero sobre todo, de justificar su logro ético y moral en el mundo: Vivir bien.
Palabras clave: Formación cívica y ética, desarrollo de la personalidad, moral.


Abstract:

My proposal is to include students in the making of their own textbooks for their own ethical and civic formation and the development of their personality, thus giving an answer to today’s moral crisis. This proposal has the view of the students who want to have their ideas taken into consideration because they can’t take any more of the educational policies imposed into them and they want to set aside feeling insecure, but above all, they want to justify their ethic and moral goal: to live well.
Keywords: Civic and ethic formation, personality development, moral.


Introducción

Desde tiempos remotos ha existido preocupación por el comportamiento humano dentro de la sociedad. Actualmente se sabe que existe una crisis moral no solo en nuestro país, sino más allá de nuestras fronteras. Una causa pudiera ser que al no comprender o confundir el significado de las palabras: cívica, ética y moral, el individuo se permita la interpretación y ejecución de estas normas de una manera unitaria, cargada de incertidumbre y muchas veces falsa. Otras causas pudieran ser la globalización y la emigración, que introducen ideas distintas y a veces erróneas sobre desarrollo, bienestar y vivir bien y en armonía entre los individuos.

En el desarrollo de este trabajo se ofrece información de manera descriptiva sobre la finalidad de la elaboración de los libros de texto para la formación cívica y ética de los mexicanos en educación básica, desde la perspectiva de la Secretaría de Educación Pública.

Posteriormente, se presenta una propuesta de trabajo en donde se plantea la inquietud de unos jóvenes estudiantes de la institución donde laboro, por realizar desde sus propias necesidades, su contexto y su propia sociedad, la elaboración de sus libros de texto de la asignatura de Cívica y Ética para la formación de su personalidad, envuelta por la responsabilidad, el respeto y el cumplimiento de sus propias propuestas.

Finalmente se presentan las conclusiones acerca del trabajo realizado, dando un enfoque personal sobre las experiencias obtenidas.

Desarrollo


Crítica a los libros de texto de formación Cívica y Ética en la educación básica del Sistema Educativo Mexicano.

Se han sucedido cambios importantes y tan acelerados en nuestro entorno que la nueva visión o idea que tienen la mayoría de las personas sobre ellos mismos y su lugar dentro de la sociedad ha cambiado. Estos cambios han generado nuevas demandas para la formación del ciudadano en cívica y ética y es a partir de aquí que la educación básica ha buscado alternativas que puedan subsanar las deficiencias sociales-morales existentes.

Se cree que la comunicación entre las personas ha cambiado en parte, debido al empleo de la información de las nuevas tecnologías, que han tenido efectos que resultan en el deterioro de nuevas formas de convivencia y actuar de las personas. Esto ha generado, por lo tanto, que la convivencia e interacción del individuo con su entorno, producidos por los cambios globalizados del mundo, necesariamente requieran de un modelo cívico y ético heterogéneo de sociedad.

Por otro lado, agentes inherentes a la sociedad actual (corrupción, deterioro del ambiente, pobreza latente, desigualdad social, etc.), representan nuevos desafíos para el logar el acatamiento de las leyes, pero sobre todo, el de la gobernabilidad del país.

Actualmente existen numerosos libros, revistas, artículos, etc., que proporcionan información sobre el tema de la ética, la moral y la formación de valores que los individuos deben aprender a desarrollar para convivir. Pero, ¿basados en qué se elaboran o se proponen estos artículos? ¿Existe un parámetro que indique la moral, ética o formación que deba tener cada individuo de cualquier contexto? ¿Con qué intereses y bajo qué determinaciones se elaboran? Preguntas de esta naturaleza plantea Pablo Latapí, citado en un artículo del Profr. Antonio Meza, asesor de la Unidad UPN 094 del D.F.

De aquí parte el cuestionamiento acerca de los propósitos de la elaboración de los libros de texto de cívica y ética de educación básica, según el mismo Profr. Meza, no introducida de manera oficial.

El programa de formación Cívica y ética de la Secretaría de Educación Pública para la educación básica, específicamente a nivel primaria, propone “…contribuir a la formación de ciudadanos éticos capaces de enfrentar los retos de la vida personal y social”, y para ello plantea ciertos propósitos como:
1.-“Brindar una sólida formación ética que favorezca su capacidad de juicio y de acción moral, mediante la reflexión y el análisis críticos de su persona y del mundo en que viven, con apego a los principios fundamentales de los derechos humanos, los valores de la democracia y las leyes”.
Sería importante cuestionar si realmente el propósito de brindar una formación cívica y ética se va cumpliendo en la medida en que el alumno va ingresando al año posterior de cada aprendizaje. Si esto fuera cierto, el índice de barbarie debiera lograr un decremento conforme el alumnado crece.

2.- “Promover en las niñas y los niños capacidades para el desarrollo de su potencial personal de manera sana, placentera y responsable, libre de violencia y adicciones, hacia un proyecto de vida viable y prometedor, que contemple el mejoramiento de la vida social, el aprecio a la diversidad y el desarrollo de entornos sustentables”.
Este propósito suena incongruente hoy día si analizamos el alto índice de impunidad, violencia y desacato a las leyes que se vive y modela actualmente hacia los niños y jóvenes en formación.
3.-“Fortalecer en la niñez una cultura política democrática, entendida como la participación activa en asuntos de interés colectivo para la construcción de formas de vida incluyentes, equitativas, interculturales y solidarias, que enriquezcan el sentido de pertenencia a su comunidad, su país y la humanidad”.
La actual política “democrática” que el país modela para los educandos es todo, menos democrática. Se ofrecen palabras para una transformación y evolución de la sociedad que quedan convertidas en palabrería e injusticia. El alumno ve, observa, aprende y ahora reprende. Son actos que crean sentimientos de ligereza moral, de doble moral y amoralidad. Sentimientos creados desde este nivel, el primario de la educación básica.
Se vive en la incongruencia total con los libros y contenidos que estos permean a los alumnos, la sociedad es otra, cargada de patrones de conducta viejos y adoloridos. Se requieren modelos auténticos, nuevos, leales a una sociedad venidera y con muchos compromisos terrenales por cumplir.
El programa de Formación Cívica y Ética del nivel secundario no dista mucho del anterior, sino que es una extensión de la formación del alumno de educación básica, con la convicción de que las bases están dadas para la formación de buenos ciudadanos, capaces de reflexionar en su actuar y actores críticos en su interacción con la sociedad.


Sin embargo, para lograr esta extensión, es necesario recordar, según F. J. Ayala, que, “en los seres humanos por evolución biológica, han aparecido: la capacidad de prever las consecuencias de las propias acciones, la capacidad de formular juicios de valores sobre las acciones o las cosas y la capacidad de elegir entre modos alternativos de acción, siendo éstos los que necesariamente determinan la aparición de la capacidad ética o del comportamiento ético en los seres humanos y que sólo es necesario recordarles a los niños y jóvenes a través del ejemplo, que la moral y la ética están dentro de sí mismos.



Propuesta de trabajo.
La ética como recurso didáctico del discente.

La ética es indispensable para convivir en el mundo moderno, por eso, existe el convencimiento de que los alumnos no pueden ser adecuadamente atendidos con las medidas y los recursos aplicados en otras épocas y para otras generaciones.

Partiendo de estas opiniones, se dirigirá la atención hacia la institución en donde una servidora realiza su labor docente, con la intención de presentar una propuesta de trabajo que permita aportar posibles soluciones a un problema que no solo es institucional, sino que ha traspasado fronteras, es decir, un problema que tiene alcances no solo nacionales, sino mundiales. Me refiero a la crisis moral, de valores y ética que se vive hoy día.

En un sondeo realizado a una muestra de alumnos de cada nivel educativo de la institución donde laboro, relacionado con la manera de abatir y combatir esta crisis, los resultados arrojaron que los alumnos, no importando el nivel educativo, ni el grado, ni mucho menos el contexto donde se encuentren, deben y quieren tener acceso en la elaboración de los libros de texto con contenidos prácticos sobre la materia y con dinámicas de aprendizaje que les permitan ser partícipes de su propia formación cívica y ética para, desde ahora, hacerse responsables de su compromiso social y moral. Desean que la ética y el desarrollo de su propia personalidad sean recubiertos por decisiones democráticas y no impuestas como hasta ahora ha sido.

Esta propuesta parte del discente, desde una mirada comprometida, harta de imposiciones, de políticas educativas erróneas, de sentimientos de inseguridad, pero sobre todo, de justificar su logro ético y moral en el mundo: Vivir bien.

La metodología es simple. Es realizar, a partir del comportamiento diario, un registro anecdótico de situaciones en donde los valores, la ética y la moral estén presentes, modelarlos y autoevaluarlos con la finalidad de reflexionar sobre la actitud presentada ante tal o cual hecho.
Quieren empezar, desde su iniciativa, con la intención de ser sus propios modelos a seguir, seleccionando, desde su sentir, al profesor, docente o guía que pueda dirigirlos en su cometido.

Algunas de las situaciones que plantean ciertos alumnos para justificar su iniciativa, son las siguientes:

-¿Por qué no existe tolerancia en el salón de clases por parte de ambos bandos (maestro-alumno)? Se enojan muy rápido. -Seguramente porque en casa eso les enseñaron-, (José, 4° grado primaria).

-La maestra habla por teléfono en clase mientras nos pone a copiar del pizarrón, pero se enoja si ve que algún alumno saca su celular para ver la hora. (Miguel 5° grado primaria).

-Me molesta llegar tarde a la escuela, pero mis papás discuten siempre antes de salir y es imposible llegar temprano. Siempre estoy en la lista de los retardos, (Naomi 3er. grado primaria).

-Los maestros me llaman la atención porque dicen que soy muy agresivo con mis compañeros, que siempre estoy a la defensiva en el salón. Ojalá supieran que en mi casa me maltratan y sólo quiero desquitarme con alguien, sé que está mal, pero no lo puedo evitar, (Antonio 1° de Secundaria)

-Quisiera vivir más relajada, con menos estrés, pero no puedo, en mi casa me obligan a obtener buenas calificaciones para no perder la beca. Dicen que es mi obligación. Mis compañeros me dicen nerd. Si supieran que el estómago me arde cada vez que tengo examen, (Alicia, 2° secundaria).

-¿Qué quiero ser de grande? Esa pregunta me la han hecho muchos maestros y mis padres también. La verdad, no quiero crecer, no sabría qué hacer en este mundo tan inseguro. Me da miedo crecer. (Francisco, 6° grado primaria).

-Me enseñan más español y matemáticas que otras materias. ¿Leyendo y escribiendo mejor y siendo buena para las matemáticas me enseñarán el respeto y a ser más humana? Como decía una maestra: -me siento como un champiñón, porque sólo me alimentan el cerebro, pero el espíritu, la base, está débil, (Celeste, 3° secundaria).

La lista podría ser interminable y si se juntara con declaraciones de otros alumnos, de otras escuelas y de otros países, notaríamos el miedo, la incertidumbre, pero a la vez, las ganas de generar un cambio. Se sentiría el compromiso que emana de mentes y espíritus jóvenes, que quieren ser protagonistas activos y proactivos de una nación libre y justa.

Conclusiones


Toda investigación, sobre todo educativa, genera sentimientos que no pueden pasar desapercibidos, sobre todo cuando la iniciativa de trabajo surge de situaciones que hieren y lastiman la integridad humana desde temprana edad.

Valores, moral, ética, son palabras que un infante de preescolar llamaría “palabras cortas”, pero que un alumno de primaria o secundaria tardaría en explicar, sobre todo por lo confuso y por la incongruencia con que las han percibido.
Si el actual gobierno se ha propuesto, de acuerdo con las metas definidas en el Programa Nacional de Educación 2001–2006, “garantizar que todos los niños y jóvenes que cursen la educación básica adquieran conocimientos fundamentales, desarrollen las habilidades intelectuales, los valores y las actitudes necesarios para alcanzar una vida personal y familiar plena, ejercer una ciudadanía competente y comprometida, participar en el trabajo productivo y continuar aprendiendo a lo largo de la vida”, entonces, manos a la obra, que inicien desde arriba, que permee desde todos los ámbitos: político, económico, educativo, medios masivos de comunicación, padres, autoridades, etc., para que con el ejemplo y con la formación temprana, los niños y jóvenes se vean reflejados en un espejo de congruencia entre el decir y el hacer.

De esta manera, y como parte de esta vertiente social, los alumnos desarrollarán capacidades personales para conocer, ejercer y defender sus derechos, para participar de forma activa en los colectivos en los que se desenvuelven y para emitir juicios y asumir posturas argumentadas ante asuntos públicos.
Se espera , entonces, crear libros de textos no solo dirigidos a niños, a alumnos, sino, y por anticipado, a los adultos que impartan la materia, que modelan los valores, que establecen las políticas educativas a seguir, los que gobiernan, los padres y a los que educan y forman a las nuevas generaciones.

Cierro mis conclusiones recordando nuevamente a J. F. Ayala, y reflexionando que: “la capacidad de comportamiento ético es un atributo de la constitución biológica humana… resultante de la evolución, no porque tal capacidad fuera directamente promovida por la selección natural… sino porque se deriva de una capacidad intelectual avanzada”.


Referencias bibliográficas


http://www.reformasecundaria.sep.gob.mx/doc/FUNDAMENTACIONES/FORMACION.pdf

J. F. Ayala, Origen y evolución del hombre, p. 170. campus.instituto.almagro.ort.edu.ar/biotecnologia- etica/descargar/.../73517/


Meza, Antonio, artículo La Política Educativa y la Formación Cívica y Ética en México. México, D.F. (Asesor de la Unidad UPN 094 D.F.)


Programas de estudio 2009, Cuarto grado, Educación básica Primaria
Etapa de prueba. Primera edición, 2009.

Autor: Nelly J. Santana Navarrete

No hay comentarios:

Publicar un comentario